ʙɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴏs ᴀʟ ʀᴇɪɴᴏ ᴅᴇ ᴅᴜʀᴋᴇʜɪᴍ
Durkheim se encuentra en el viejo continente, entre Francia y Flandes.
La monarquía de Durkheim se caracteriza por su gran patrimonio, capacidad de influencia, poder y control sobre la nobleza. La organización territorial se basa en los condados y es sólida y eficaz.
La Iglesia está sujeta al poder real, es rica, mantenedora de la cultura y benefactora social. Estructurada en parroquias. El clero es poco instruido y de moral relajada.
Ha habido algunos años de cosechas malas, así como brotes de epidemias pero ahora las cosas parecen ir bien. Aunque nunca hay que confiarse.
La capital es el centro comercial del reino y terminal del comercio.
Durkheim pasó de un modelo económico colonial, exportador de materias primas e importador de productos manufacturados y de lujo, a exportar paños, favorecido por el comercio con los demás países de Europa.
El territorio de Durkheim está dividido en condados, marcas y ducados:
Condados: son la unidad de la circunscripción administrativa encomendada a un conde con el fin de cumplir las disposiciones reales, dirigir los contingentes militares, cobrar impuestos y ordenar el gasto. Son nombrados por el rey, que les otorgaba poder militar, administrativo y judicial.
Marcas: son las zonas fronterizas en las que el mando militar de varios condados se unifica en manos de un marqués, aunque los condes conservan el resto.
Ducados: designan un título de prestigio que alude a una categoría de mando elevada, sencillamente a un marqués, o a algún territorio autónomo o externo al reino.
El máximo poder del reino reside en el rey, que tiene poder para convocar las armas, administrar justicia y designar a los nobles que gobiernan los territorios.
El castillo o corte es el núcleo de la Administración y está dirigido por un chambelán (mayordomo). A su cargo están el copero, responsable de la bodega; el mariscal, responsable de la caballería y el establo; y el senescal, responsable de los asuntos de la corte. Las otras instituciones de la Administración son la cancillería, que dirige los asuntos civiles y eclesiásticos, así como el tribunal palatino, que aplica las leyes a los habitantes del reino.
Los condes perciben como pago a su gestión las rentas o usufructo de una parte de fisco que la monarquía tiene en el condado. Dada la gran extensión del territorio del reino y el deficiente nivel técnico de los medios de comunicación, algunos condes se aprovechan y abusan de su poder para aumentar sus propiedades territoriales radicadas en el condado y emparentar con familias poderosas del condado. Los inspectores de la corte son los encargados de que los marqueses y los condes gobiernen según las directrices del rey, y para ello acuden en parejas a los territorios a comprobar el cumplimiento de las leyes.
Desde que los D’Anglevoix reinan en Durkheim, el rey y su tío han hecho a la monarquía más fuerte, por lo que pueden imponer su autoridad sobre los condes, marqueses y demás nobles.
El comercio en Durkehim consiste en el transporte de algunos toneles de vino o sal y a unos pocos artículos de lujo traídos de Oriente. Desde el cierre del Mediterráneo por el islam se acabó la actividad comercial regular, la circulación constante y organizada, así como la clase de mercaderes profesionales o de sus establecimientos en las ciudades. Sus vecinos los habitantes de Flandes son con quienes más comercian, y gracias a las relaciones entre ambos países la circulación de dinero entre el pueblo se ha vuelto más rápida y suficiente.
La base económica, tanto del Estado como de la sociedad, radica en la propiedad territorial. El Estado es esencialmente agrícola. A pesar del comercio, más fortuna tienen los bienes que ofrecen las tierras, por eso hay muchos campesinos que para labrar la tierra, buscan la protección de los nobles poderosos.
Culturalmente hablando, Durkeim brilla por la cantidad de artistas que recibe en la corte del rey y en todos los rincones del reino.